A
L
E
T
E
A
N
D
O
L
A
M
I
R
A
D
A

martes, 1 de noviembre de 2011

Osó desafiarme esgrimiendo su afilada arma, pero como no disponía de otro recurso para la batalla soplé y todo aquel aparatoso guerrero desapareció envuelto en una huida que no dejó rastro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario