Dsede mi atalaya, bajo mi atenta mirada, mantengo el rebaño blanco inmovilizado

Dando un paso atrás cada uno de los edificios, lograron luz y humedad suficiente para que brotase aquella plaza.

Escalar hasta la cima es tan fácil como descender empujado por la gravedad

Y el girasol amarillo, ni era de este color, ni estaba espectante del astro rey.

Aún dudo de si aquellas gigantes margaritas ondearon su mirada para alcanzar la puesta de sol

Incluso los personajes del lienzo pueden cambiar de posición para relajar sus estáticos músculos

El cielo cubrió totalmente el momento con tal discreción que nadie lo notó.

Y llovió azul hasta que se colmó la tercera bóveda celeste

Un pueblo emergió sobre el valle con las primeras gotas de mi mirada

Y sobre el bosque creció aquel castillo hasta rozar la esfera celeste

Y sin salirme del sueño pude saltar de una torre a a otra

Nunca anida el cante y el baile en otro lugar que no sea bajo la sombra de la expansión

Sobre la fuente la espadaña y sobre ésta la cigüeña

Inhalo los colores que flotan en mi sueño