viernes, 13 de mayo de 2011

Por curiosidad quiso aterrizar en sus pétalos ¿o quizás sabía que desde allí sería más fácil levantar el vuelo?

Incluso cuando se oculta concienzudamente es posible verle.

El silencio permitía oir lo que parecía oculto por las finas láminas de ruido.

Sólo bebí lo que mi mirada pudo atrapar. Curiosamente saltaron arroyos de agua desde mis pupilas: límpia , transparente.

Y el cielo se enladrilló de manera asombrosa para los más curiosos. Los demás, seguían amontonando rutina.

La altura conseguida por el trigal era suficiente como para alcanzar el modo de mirar de cualquier observador.

El indio aglomera hebras de nubes para mandar sus mensajes,

Las tres étapas previas.

Incluso sería posible lanzar una mirada vertical sobrepasando la espadaña.

Esta claro que dentro de cada uno existe un mago que está deseoso de que le acaricemos con la mirada. Una vez que despierte, el infinito estará sobre la palma de tu mano. El mago será tan poderoso como nuestra imaginación sea capaz de esquivar la sombra y buscar la luz de las posibilidades